QUÈ HI TROBARÀS?

Activitats de narració oral:

* Sessions de contes per a Nadons, Infants, Adolescents, Adults, Persones de la Tercera Edat.

* Tallers de formació: "La narració oral, eina didàctica a les classes de llengua", "narració oral i conflictes a l'adolescència"

* Regala un conte personalitzat

Jugant amb les paraules:

* Contes per narrar tantes vides com universos n'hi haguessin.

* Poemes

* Articles d'opinió

* Entrevistes imaginàries.

* Imatges, vivències, pensaments per compartir.

* Actes per poder escampar la boira quan l'ànima se sent en compressió.

* Lectures per obrir camins.

* Temps de silencis fets paraules.

dimarts, 27 de setembre del 2011

SUS OJOS SE CERRARON

De tots els tangos, aquest sempre m'ha semblat sublim. La lletra és un fresc en cada vers i interpretat per la veu del gran mestre Carlos Gardel fa que la llampegada per tot el cos estigui assegurada.



Sus ojos se cerraron



Tango 1935
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera



Sus ojos se cerraron...
y el mundo sigue andando,

su boca que era mía

ya no me besa más,

se apagaron los ecos

de su reír sonoro

y es cruel este silencio
que me hace tanto mal.


Fue mía la piadosa

dulzura de sus manos

que dieron a mis penas

caricias de bondad,

y ahora que la evoco

hundido en mi quebranto,

las lágrimas pensadas

se niegan a brotar,

y no tengo el consuelo

de poder llorar.

¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida!
¡porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarla y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!

Yo sé que ahora vendrán caras extrañas

con su limosna de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!


Como perros de presa
las penas traicioneras
celando mi cariño
galopaban detrás,
y escondida en las aguas
de su mirada buena
la suerte agazapada
marcaba su compás.
En vano yo alentaba
febril una esperanza.
Clavó en mi carne viva
sus garras el dolor;
y mientras en las calles
en loca algarabía
el carnaval del mundo
gozaba y se reía,
burlándose el destino
me robó su amor.









dilluns, 26 de setembre del 2011

LA CARTA


Había una vez, bajo un montón de escombros, una hoja con las letras desteñidas de correr de aquí para allá. Llevaba tiempo y tiempo arrastrándose por calles solitarias y caminos polvorientos, volando por copas de árboles que habían crecido con los años, descendiendo ríos de aguas rápidas y tranquilas y así estuvo vagando sin detenerse hasta que un día de sol de otoño, un niño que iba distraído jugando con la sombra de sus zapatos se la encontró.

Fue casi sin querer que su mano se le escapó para cogerla. Y cuando la tuvo consigo sintió como si hubiera conseguido dar con un tesoro lejano. Que extraña sensación, pensó. Había algo en su textura que le produjo un vuelco nada más rozarla y sin embargo aparentemente sólo era una hoja emborronada.

No tardó ni un minuto en reconocer algunos trazos. Fue al intentar leer las palabras que formaban que se dio cuenta que no estaban todas. Una extraña idea se le cruzó por la mente: ¿podrían haber desaparecido? Justo cuando estaba a punto de quitarse de la cabeza semejante estupidez, pasó el dedo por el hueco blanco que había dejado la supuesta palabra y que relucía en contraste con el tono amarillento del resto de la hoja y notó un extraño relieve. Apretando aún más la yema del dedo y poniendola al trasluz pudo ver perfectamente como, sin ningún atisbo de duda, el poso de la palabra, que había permanecido tanto tiempo en la superficie, había dejado una huella en forma de sombra. 

Toda su atención giraba alrededor de una pregunta: ¿pueden, unas palabras, decidir escaparse? ¿por qué? O quizás era más cuerdo pensar ¿por qué extraños mecanismos pueden desaparecer unas palabras escritas de un papel? Sin dejar de dar vueltas a sus interrogantes llegó a casa y se provisionó de todos los utensilios para llevar a cabo su investigación: la lupa, el líquido para hacer salir las tintas invisibles, el papel de calca y su papel de algodón capaz de reproducir cualquier trazo por muy diminuto que sea.

Y apareció ante él haciendo un juego de clarobscuro entre las palabras ausentes y presentes:

                                                                                           Figueras, 8 de Junio de 1939
Amor, Amor,

En algún lugar hay un trazo con tu luz, pero no alcanzo a verla desde esta celda. Despojado de ti y de tu sonrisa, imagino el mar cubriéndote el vientre y sueño con estar a tu lado cuando llegue el momento. Hay raíces que crecen fuertes por las adversidades que las abonan y confío que si algo me sucediera, tú sabrías querer por los dos y vivir por los dos. Dulce brisa de mi sosiego no dejes que se te lleven al otro lado, allí donde las tinieblas hacen su nido para serrar el alma y hacerla a pedazos.

Retruenan tiempos de silencio, de olvido, para dejar atrás atrocidades y vergüenzas, pero yo sólo siento tu canto para guiarme en esta soledad descarnada.

Diles a todos que estoy bien, que antes de lo que se imaginan volveré... Regresaré a nuestra cueva del Crit para hablarle a la luna de como te echo de menos, para enseñarle el mar a nuestro hijo, para llevaros en barca a los dos en busca de un mundo más ancho e infinito.

Con todo mi amor,

Raül Trueta

Alguna urgencia se despertó en el cuerpo del niño cuando, por fin, recompuso la carta. Quizás fue una corazonada de alguien que se creía en posesión de un secreto nunca sabido. El caso es que convenció a sus padres para que le ayudaran a hilvanar sus presentimientos. Era difícil tejer esa parte de la madeja con tan sólo un nombre y un lugar. Pero le llevaran a esa playa, la del Crit, y a esa cueva. Quién sabe lo que esperaba encontrar. Nunca sabría a qué mujer iba destinada esa carta. Ni qué hijo no conoció a su padre ni a sus últimas palabras... Pero en el interior de la cueva, cuando el silencio acalló hasta los latidos de sus corazones, le pareció escuchar un murmullo extraño, como de voces de cánticos que hacían resonar palabras. Palabras resueltas a llegar a su destinataria mientras la carta de donde procedían se iba perdiendo por calles y caminos polvorientos, volando por copas de árboles que habían crecido con los años, descendiendo ríos de aguas rápidas y tranquilas y así estuvo vagando sin detenerse hasta que un día de sol de otoño, un niño que iba distraído jugando con la sombra de sus zapatos se la encontró.


dilluns, 12 de setembre del 2011

EL FINAL DEL DIA XX


Aquest final del dia tanca amb unes passes ràpides per desempolsinar el sarró de les hores plenes. Porta la calma de la tarda quan el reg dels camps de blat de moro juga a mullar el cor distret de qui enyora el mar. Porta, també, el color marronós d'uns camps que dibuixen unes ombres llargues entremig dels bens que encara pasturen. Mentre el pastor espera parsimoniós, els esquellots sonen amb avidesa entre la mare i la més petita de les set cabretes que busca, amb delit, un nou xarrup de la seva mamella abans no vingui el llop. Mentrestant, les marietes del roure savi pugen i baixen per l'escorça fins a enlairar-se més amunt de les branques i així trobar-se amb l'òliva que fita la Torre del Moro esperant que aparegui el seu cavaller aventurer. Quan tot sembla esvair-se sota un cel rogenc que xiula colors canviants, apareix el so de la nit custodiat per un estol d'ocells que entren i surten esvalotats abans no troben el racó més còmode del niu. I així, el silenci, porta la remor dels pensaments tenaços, les simfonies de les bruixes que sempre arriben puntuals per acompanyar el somni dels desvetllats, dels enamorats o dels ingenus que encara esperen trobar-les volant sobre una escombra.

dilluns, 5 de setembre del 2011

LES POMES DEL SENYOR PEABODY


Avui m'agradaria recomanar aquest conte de més de tres-cents anys d'antiguitat i que Madonna ha adaptat fent un àlbum il·lustrat imprescindible de tenir i d'explicar. 

Quin és el poder de les paraules? Quin recorregut fan des del moment en què es gesta un prejudici, un rumor, una suposició, una mentida... agafen forma sota el mantell que les germina, les escollim i a partir d'aquí comencen el seu descens talment com si fossin ràpids incontrolables a mercè de corrents subterranis que et porten per llocs inesperats. 

De totes les classes que hi ha de paraules n'hi ha una que, utilitzada des de la ignorància o la voluntat de fer mal, pot resultar ser el tipus de paraules més cruel i devastador: són les paraules no dites, que inciten a pensar sota el paraigües d'una imaginació sense límits. I que, no tenint-ne prou amb el pensament, escampen el seu verí en forma de rumor.

D'això parla aquesta història: d'un rumor. Un rumor que va creixent entre els habitants d'un poble i que, com el cuc que va curcant la poma, va minant la imatge, el prestigi, la credibilitat d'un home que fins aleshores havia tingut una actitud modèlica i havia despertat l'admiració de tothom. I parla també del mal que causen les paraules que viatgen soles i de la dificultat de netejar aquest mal comparant-ho amb una estesa de plomes. 

Per desgràcia, tots hem conegut alguna persona que com el protagonista del conte un dia, sense saber per què, potser per enveja, per ignoràcia, per por, per la incapacitat que mostren alguns humans de mirar en el cor de les persones... potser per covardia... Un dia, dic, en el seu nom, han buidat tot de coixins i han escampat les plomes pertot arreu i tal com explica la història, després és gairebé impossible recollir-les i reparar el mal que s'ha fet. 

Aquest és un conte per a nens, però crec que som les persones grans les qui hauríem d'anar-lo llegint i rellegint de tant en tant per tal que entre tots plegats recordem, tal com diu el protagonista, el poder que tenen les paraules.  

dissabte, 3 de setembre del 2011

CARÍCIES DE MAR


Els finals d’estiu es resisteixen a marxar, com els llençols quan s’enganxen al cos en els càlids matins de primavera. Porten l’enyor com a bandera i esquitxen la mirada de records que volen romandre en l’esperit del temps en calma, malgrat que la quotidianitat hagi posat els motors en marxa i el frenesí estigui assedegat d’esperes.

En aquest temps d’impàs he somiat amb tu, amb tu i amb tots els blaus del mar que m’acaronaven la cara abans que el sol no m’escalfés la pell. Aquell bany en silenci, solcant el petit moviment d’onades amb els peixos donant el bon dia ha estat la meva medecina en un estiu en què els malsons han traspassat les fronteres del regne de la ingratitud i el desconsol i el desencís.

Respirar amb el moviment de les onades, caminar cap a un rumb de quietud, contemplar la dansa de les barques segons el vent que bufa, acompanyar els menjars amb converses amigues i mirades expectants, sentir la fressa de la mainada en el passeig de sota casa... m’ha ajudat a trobar-me amb un impuls que havia perdut.

No sé si hi ha algun fil kàrmic que m’uneix amb Calella. Sé que fa més de trenta anys el meu cor ja batejava pel carrer de Sant Roc i trepitjava la mateixa sorra i el mateix paisatge que ara segmenta les meves inquietuds i me les omple de les recompenses més grates... Sigui com sigui, al cap dels anys torno a habitar aquestes geografies com si es tractés de completar un cercle vital.

És curiós com durant aquest estiu he pogut conèixer una altra Calella que els meus records no tenien enregistrada. He pogut i puc gaudir d’un punt, el del barri de Sant Roc, que no té res a veure amb la imatge turística i agobiant de la resta del poble. Aquí la vida es respira a ritme de relacions humanes en què cada tarda els veïns surten al passeig a fer “la baraneta” i xerren i es miren i comparteixen retaules epidèrmics amb noms i cognoms.

Aquest estiu he pogut gaudir d’explicar contes bressolada pel soroll del mar, en el quadrat de davant de casa amb un públic generós i entregat a l’escolta i al compartir. He pogut disfrutar d’una Festa Major de Sant Roc amb un pregó que ja em va fer saltar les llàgrimes veient unes imatges d’una Calella o un barri de Sant Roc incipient i tan pròxim a uns records que no sé si són meus o fruit d’alguna revelació. Vaig entendre què significava per a aquelles famílies, tan arrelades en aquest paisatge, el mar, la barca... Res a veure amb l’ostentació que fan alguns nousarribats aliens de la memòria dels cors.


He pogut ser testimoni emocional d’una entrega total per part d’alguns veïns al servei d’unes festes en què han passat per diferents ofertes: des dels concursos de pesca o rescatar les bales a la platja o de competir per equips a veure qui s’enduia la síndria a cops de braça. He disfrutat de balls en un passeig ple de gom a gom i m’he sentit convidada a vessar llàgrimes antigues sentint la Sílvia Pérez Cruz a la platja de Sant Roc amb una calidesa i entrega com si la tingués al menjador de casa. He connectat amb sensacions llunyanes quan els cremats, amb les millors vistes, tenien gust de sal o els sopars de comiats estaven ben acompanyats malgrat que el buit de la tornada a la realitat del dia a dia començava a estendre les ales del no-res.

He sentit com la vida corre per les venes dels qui transiten per aquestes rajoles planes i surten a la nit a xerrar, a beure, a sentir el cant del mar... i a compartir cada alenada que el cos roba al temps per aturar-lo o per fer-lo nostre o per fer creure que, si vols, qualsevol nit pot sortir el sol. I m’agrada. Molt.













dijous, 1 de setembre del 2011

DE VUELTA A EMPEZAR


Hay días en que los silencios tendrían que repartirse por varios rincones de la geografía humana para dejar ahuecar algo parecido al perdón, a la gratitud o, como mínimo, al gesto amable de mirar a los ojos con humildad.

Hay días que es mejor acabarlos con un cine a l'Esbarjo-Verdi, por ejemplo, que hoy inicia su siguiente temporada, y reencontrarte con caras amigas y espacios entrañables. Es ahí, en esa oscuridad que envuelve la pantalla, que se crece el imaginario íntimo de cada uno y todo vuelve a ser posible.