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Activitats de narració oral:

* Sessions de contes per a Nadons, Infants, Adolescents, Adults, Persones de la Tercera Edat.

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Jugant amb les paraules:

* Contes per narrar tantes vides com universos n'hi haguessin.

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* Actes per poder escampar la boira quan l'ànima se sent en compressió.

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* Temps de silencis fets paraules.

divendres, 4 de juny del 2010

CONTROL ONLINE

Manuela no se lo podía creer: estaba perdida en medio de una ciudad que no conocía y sin su móbil, sin su GPS, sin su portátil... Se sentía al borde del colapso. ¿Qué podía hacer? Había quedado con una amiga en algún lugar incierto para hablar de su separación y de su desesperación. Lo último que se habían dicho era que cuando llegase, ya la llamaría para que le fuera dando indicaciones. ¿Cómo podía haber sido tan poco... previsora?
A fuerza de no ejercitarlo, preveer (un verbo que suscita una acción de anticiparse a algo) había quedado desterrado de su universo personal. Atrás quedaban esos tiempos en que el ejercicio de pensar cómo organizar un encuentro con sus dóndes, cuándos, cómos y cuántos tenía en sí mismo el manejo de la ilusión, de la espera más o menos paciente, de la improvisación creativa.
Aunque tal y como ella tenía vertebrado su mundo de un tiempo a esta parte, prescindir de todos sus cachivaches tecnológicos le parecía la amenaza más grande después de haberse quedado huérfana a los siete años. ¿Cómo podría enhebrar en su día a día un segundo tras otro sin su móbil al lado, sin su conexión disponible a todas horas y con todo lo que el mundo ha creado? Vivía tan submergida en esa lógica que todo lo anterior parecía sacado de un segmento de la humanidad lleno de despropósitos.
Por eso, después de veinte minutos de sentirse perdida, Manuela seguía agarrotada en el volante de su coche sin saber qué hacer.
Pero en ese momento alguien que llevaba un rato observándola le picó a la ventanilla del coche, ella atinó a bajarla, él le sonrió y ella cambió el rictus de rigidez por la tranquilidad que da una sorpresa agradable y es que por primera vez en mucho tiempo había dejado espacio para el azar.

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